sábado, 11 de diciembre de 2010



En la segunda mitad del siglo XVIII un grupo de pensadores se reunían en Inglaterra. La mayoría procedían de familias humildes y alejados de los centros de poder.
Este grupo era conocido como la sociedad lunar, ya que sus reuniones las celebraban cuando había luna llena y así con la luz que daba podían ver el camino de vuelta a su casa.
Estaban plenamente interesados en la ciencia y esto les convirtió en el motor de arranque de la revolución industrial.
Mezclando arte, ciencia y tiempo, estos hombres crearon fábricas y maquinas de vapor, nuevos medicamentos…cambiaron Ingaterra y esto afectó al resto del mundo.
Cinco de ellos eran Erasmus Darwin, Abedbut, Mathew Burton, James White y Joseph Priestley, pero el grupo llegó a tener catorce participantes.
Surgieron varios cambios debidos a los cuales la economía evolucionó, se pasó de una economía artesanal y agraria a una economía industrial y mecanizada. En esta Revolución tuvo una gran importancia la máquina de vapor que hizo que la producción aumentara a un coste bajo. La revolución industrial conllevó a una revolución demográfica. Pero todo esto también tuvo sus aspectos negativos, como la desigualdad de sexos, la infravaloración de los ancianos…cosas que actualmente debemos cambiar.
Hoy en día también estamos pasando por una especie de “revolución” ya que los diferentes medios de comunicación que han surgido actualmente y las nuevas tecnologías están modificando a nuestra sociedad.
La mayoría de los filósofos trabajaron en diferentes disciplinas científicas, pero las nuevas transformaciones sociales hicieron que los científicos se tuvieran que especializar en aspectos más concretos; y así en el siglo XIX surgieron los primeros especialistas. Pero estas especialidades se pueden complementar unas con otras para mejorarse entre sí.

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